lunes, 13 de octubre de 2008

La mala dieta, un atentado a su salud


Comer asaditos empapados de aceite, empanadas fritas, panzas rebozadas u otras frituras que se venden en la calle o en los mercados es común entre los cruceños. No se sabe desde cuándo, pero lo cierto es que la gente ha dejado de comer bien y en su dieta diaria consume sustancias dañinas a la salud, lo que ha aumentado la prevalencia de enfermedades gastrointestinales y aquéllas ligadas al mal funcionamiento del metabolismo.
Las estadísticas del hospital San Juan de Dios reflejan el problema. De enero a octubre de este año, hasta el área de emergencia llegaron 460 personas con diarrea aguda y gastroenteritis y 291 diabéticos descompensados, ocupando el primer y segundo lugar de atenciones allí. Entre tanto, en la consulta externa, la hipertensión, la diabetes y gastritis ocupan los tres primeros lugares dentro de las 20 patologías más comunes.
Los datos preocupan al director del centro, Marcelo Cuéllar, que considera que los nuevos hábitos alimenticios de los cruceños están haciendo cambiar el perfil epidemiológico. “La gente sale de casa sin desayunar y para ‘matar el hambre’ recurre a las frituras que venden en el puesto de venta que está afuera de su trabajo o en el mercado, que en muchos casos no reúnen las condiciones de higiene”, remarcó Cuéllar.
Basta darse una vuelta por calles aledañas a los centros de abasto para constatar esta situación. Por ejemplo en el primer anillo y avenida Grigotá (zona de La Ramada) hay varios puestos ambulantes, donde los chorizos y presas de pollo fritos son expuestos a la intemperie.En este sentido, la nutricionista y consultora de la Organización Panamericana de la Salud para el Programa de Mercados Saludables, Rita Medina, y la responsable del Programa de Enfermedades no Transmisibles, del Sedes, Roxana Barbero, coinciden en afirmar que la dieta de los cruceños debe mejorar, con alimentos que aporten energía y nutrientes para un desarrollo saludable y que sean preparados en condiciones adecuadas.
El jefe de Control de Productos de la Alcaldía, Hans Lorent, asegura que verifican la calidad de los alimentos preparados en los puestos de venta, aunque reconoce que son insuficientes porque el personal no abastece para hacer inspecciones en toda la ciudad. Dijo que los infractores son multados, (entre Bs 1.500 y 3.000) y que a los reincidentes se les clausura sus locales.
Medina aconseja evitar, en lo posible, el consumo de comidas preparadas en los puestos callejeros, llamadas de alto riesgo por la gran cantidad de grasas modificadas y sustancias irritantes. A esto se suma, que están expuestas por un largo periodo al viento y a la tierra, y a temperaturas cálidas, lo que contribuye a la proliferación de bacterias que ocasionan males estomacales. “Además, hay prácticas comunes en la gente -que no deben hacerse- como saborizar la comida ‘callejera’ con mayonesa, expuesta a la temperatura ambiente, que en esas condiciones sirve de cultivo a los microorganismos”.
Advirtió que el aceite, al ser reutilizado y al haber entrado en varios momentos a una temperatura muy alta, comienza a quemarse y produce croleína, una sustancia altamente irritante de todo el aparato digestivo, que lesiona la mucosa gástrica y hace que muten las células.
Por su parte, Barbero destacó que para enfrentar los problemas de salud que ocasiona la mala alimentación, sumado al cambio de estilo de vida, es necesaria la prevención, que pasa por introducir una dieta saludable. Informó que el Sedes desarrolla un programa de promoción del ‘plato boliviano’, que consiste en dividir el plato en cuatro partes iguales y asociar el color de los alimentos con los de la bandera nacional. Dos partes deben ser verdura, una de carne y la otra de carbohidratos, es decir, fideo, arroz y todo lo que se vuelve azúcar en el cuerpo.

Se puede adoptar un menú saludable
La alimentación de una persona requiere tres comidas, afirman las especialistas Rita Medina y Roxana Barbero. El desayuno debe contener leche, algún cereal, fruta o jugo natural, una infusión y alguna masa pequeña, puesto que no debe faltar un poco de carbohidrato para dar energía. De esta forma, evitamos recurrir a las frituras de la calle.En el almuerzo una sopa de verdura (sin mucho cereal para no aumentar la carga calórica) y el segundo plato debe tratar de ser colorido, con muchas verduras y carnes cocidas al horno o a la plancha, pero no fritas. La mayonesa y el ketchup deben evitarse, mientras que el azúcar debe disminuirse.
Por la noche algo liviano, como una ensalada o carne al horno. También es importante comer frutas, por lo menos dos o tres al día, porque aportan vitaminas esenciales para regular el funcionamiento del organismo. Asimismo se debe eliminar las bebidas carbonadas (sodas) y los refrescos artificiales, que aportan poca energía, vitaminas, minerales, proteína y fibra. Hay que tratar de consumir agua, refrescos y jugos naturales, en lo posible sin azúcar. Además recomiendan evitar comer a altas horas de la noche. La última comida del día debe ser antes de las 20:00 y nunca deben acostarse inmediatamente después de consumir alimentos.


Periodista: Deisy Ortiz D. / Fuente: http://www.eldeber.com.bo/